Y en menos de un
instante… todo cambia. Dejamos el pasado atrás, y nos lanzamos hacia lo desconocido:
nuestro futuro. Partimos hacia lugares remotos para intentar encontrarnos a
nosotros mismos. O, intentamos perdernos explorando placeres más cerca de casa.
Los problemas empiezan cuando nos negamos a aceptar los cambios, y nos
aferramos a viejas costumbres. Pero si nos aferramos demasiado al pasado, puede
que el futuro no llegue nunca
No hay comentarios:
Publicar un comentario